2.2.11

A suposta arte da tauromaquia



El concepto de arte es subjetivo, tan subjetivo como el amor o la belleza. De lo que no hay duda es de que el arte es creación, nunca crueldad o destrucción.

Una obra de arte puede ser de nuestro agrado o no, pero nunca puede causarnos repugnancia o terror. Me puede fascinar escuchar una obra de Bach, mientras que otra persona puede preferir deleitarse con una ópera de Wagner. Puedo quedarme absorto mirando un cuadro de Alphonse Mucha, por el contrario, otro puede elegir ver un cuadro de Jeroen Anthoniszoon van Aken (el Bosco). Puedo pasar mis mejores momentos leyendo una poesía de Mario Benedetti, sin embargo, otro puede disfrutar leyendo rimas de Becquer. Nuestras elecciones dependen de nuestra manera de ser, nuestra educación y nuestro sentido de la estética o la belleza.

Por el contrario, observar la violencia, la tortura o el asesinato, nos causa pavor. Instintivamente esta visión nos impulsa a escapar, huir del peligro, simpre y cuando seamos personas mentalmente sanas, no sádicos, ni psicópatas. Cualquier animal no humano puede permanecer tranquilo frente a un cuadro de Goya o escuchando un concierto de Mozart. Pero la cosa cambia cuando este animal ve a alguien que se le acerca con la intención de torturarlo o matarlo. Entonces, instintivamente, tal y como haríamos cualquiera de nosotros, el animal intenta huir, salvar su vida. Esta situación de vida o muerte no es cuestión de gustos ni de sensibilidad. Aquí es donde radica, a mi manera de ver, la diferencia entre arte, belleza o cultura, y las costumbres más abyectas, como son la ejecución pública y la tortura, aunque éstas vayan adornadas de música y folclore.

Hay quienes defienden que la tauromaquia es un “arte”, como también los hay que matan a su mujer por “amor”. A los defensores del supuesto “arte” taurino les contestaría que si torturar a un toro acorralado y matarlo atravesándolo con una espada es “arte” —y el torero es un “artista”— entonces también es “arte” cuando el toro clava sus cuernos en el hígado, el estómago o el cuello del torero —y el toro es otro “artista”. No podemos aceptar como “arte” sólo la parte que nos conviene. O lo es TODO o no lo ES.

Y. P. R.

Si torturar a un toro acorralado y matarlo atravesándolo con una espada es “arte” —y el torero es un “artista”— entonces también es “arte” cuando el toro clava sus cuernos en el hígado, el estómago o el cuello del torero —y el toro es otro “artista”

No podemos aceptar como “arte” sólo la parte que nos conviene.
O lo es TODO o NO lo ES.

Quizá te interese:

Juan Ramón Jiménez y la tauromaquia
http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2011/01/juan-ramon-jimenez-y-la-tauromaquia.html

Un militante antitaurino llamado Francisco de Goya

http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2010/01/un-militante-antitaurino-llamado.html


http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2010/02/goya-antitaurino.html

Fonte: http://delavidaylapalabra.blogspot.com/

Sem comentários:

Enviar um comentário

Nota: só um membro deste blogue pode publicar um comentário.